sábado, 4 de noviembre de 2017

El Bien y El Mal

El enfoque de nuestros pensamientos determina el tipo de decisiones y acciones que tomamos en la vida.

No es bueno opinar sin conocer.
No es bueno juzgar sin saber.
No es bueno condenar, ya que un día podemos necesitar de piedad.

La visión del mundo surge del corazón, de lo que abunda en él, brota una fuente dulce o amarga.

Las personas expresamos muchas veces las heridas del alma hacia el exterior, hacemos mucho daño y somos juzgados por ello, cuando lo mejor es reconocer que todos los mortales somos barro, es decir, con mal olor, imperfecciones y fragilidad.

El perdón hacia uno mismo y los demás puede significar el inicio de la paz, claro, se necesita mucha valentía y coraje para reconocer las propias faltas.

El barro consiste en tierra y agua, al moldearlo se logran elaborar piezas magníficas, pero sólo en el fuego obtienen su firmeza para ser útiles.

No hay personas malas, sólo personas sin AMOR.

El barro es la naturaleza humana, el agua la bondad y el fuego el AMOR.

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